Club de Pensadores Universales

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domingo, 20 de febrero de 2011

Asenat, Tamar, y el Problema de la Exogamia en el Génesis

       Como el profesor Mikics dijo, no sabemos mucho acerca de Asenat. Pero lo poco que sabemos de ella es muy sorprendente dentro de la estructura general del libro del Génesis: ella no sólo es una egipcia, (una pagana de afuera,) sino también la hija de Potifera, sacerdote de On (Génesis 41:45). Los hijos de José,  Efraín y Manasés son mitad egipcios, y la bendición formal de Jacob sobre ellos les pone en el pináculo de Israel. Ellos son los ancestros epónimos de dos de las 13 tribus de Israel, y juntos conforman la casa de José.
       Esta es una enorme desviación de un patrón general en el Génesis. El rumbo genealógico del texto es siempre hacia la endogámia, o sea, casarse dentro de una estructura de parentesco muy particular. Usted debe haber notado lo extráño que es, desde el primer momento, que Abraham se casa con su media hermana Sara, que es hija de su padre Taré por una madre diferente (Génesis 20:12). Isaac se casa con la hija de su propio primo hermano, Rebeca, hija de Betuel el arameo, el hijo de Nacor. Nacor se había casado con su sobrina, Milca, hija de su hermano Harán. Jacob se casa con las hijas de su tío, Labán, quien es hermano de su madre Rebeca. Lea y Raquel no sólo son primas hermanas de Jacob, a través de su madre (y hermanas-esposas), sino también son hijas de los hijos de su tio abuelo paterno. ¡Hablando de todo en la familia!
       Las excepciones a este patrón son muy reveladoras. Cada vez que alguien se casa fuera del grupo de parentesco, la genealogía tiende a "no ser importante," a quedar fuera, por ser de otro pueblo que no se considera parte de ésta floreciente familia-tribu-nación. Las relación de Abraham con Agar, la egipcia, da lugar a los ismaelitas, a menudo vistos como los progenitores de los árabes del Norte. Después de la muerte de Sara, Abraham engendra un número de hijos con Cetura, cuya nacionalidad se desconoce, aunque sus hijos representan tribus árabes orientales como los madianitas.
        Esaú se casa con la mujer cananea, y sus descendientes llegan a ser los edomitas, enemigos tradicionales de los hebreos en la región sureste de Palestina (Génesis 36). Pero a su hermano Jacob le es explícitamente dicho por su padre de ambos, que debe casarse con una de sus primas hermanas en Siria, y más tarde Jacob se convierte en Israel, el antepasado epónimo de la nación que cumple con la promesa de Dios hecha a Abraham, de que él se convertirá en el padre de una nación poderosa. Cuando Esaú se entera de las instrucciones de Isaac a Jacob, se casa con la hija de Ismael, pero esto no parece hacer una diferencia (Génesis 28:6-9).
         Si bien el matrimonio de primos hermanos, tíos con sobrinas, hermanos con medias hermanas constituiría hoy un nivel ilegal de consanguinidad en los EE.UU., hay una clara sensación total de que el incesto padre-hija es algo implícitamente malo para una persona, y tal será otra cosa que le apartará del pueblo elegido. Lot, ustedes recordarán, es engañado para cohabitar con sus hijas, que dan lugar a los antepasados epónimos de los amonitas y moabitas, los pueblos vecinos fuera de la identidad nacional de Israel.
       Esto nos lleva a Judá, que se casa con una mujer cananea, hija de un tal Súa (Génesis 38:2). Recordarán ustedes a los hijos de Judá: Er y Onán que se casáron con Tamar, y ambos mueren porque Dios se enója con ellos. Tamar, a continuación, ingénia hábilmente su embarázo por Judá, algo que todos encuentran desconcertante por decir lo menos. Pero al mirar la lógica de ésta estratégia de parentesco, de repente uno tiene que preguntárse: ¿A qué grupo pertenece Tamar? Si ella es una cananea, esto todavía tendría poco sentido, porque su unión con Judá la dejaría fuera del grupo, como a Esaú, con sus esposas Hititas e Hivitas. Pero si ella está más bien dentro del grupo de parentesco de alguna manera, podríamos ver que empatándose directamente con Judá, ella está preservando de la genealogía endogámica, en la que el texto parece insistir constantemente.
        Esto podría parecer un resultado muy conveniente para alguien que desean conservar la pureza genealógica de la Casa Real de David, que gobernó en Jerusalén en los últimos años y afirmó su descenso de Judá. No es de extrañar, entonces, al ver que parte de la tradición judía hace de Tamar un miembro leal de la tribu, la hija de Sem, un sacerdote (Génesis Rabá 85:10) o por lo menos un prosélito (Talmud de Babilonia, Sotá 10 ). Un texto apócrifo, explica su motivación al afirmar "debido a que no se separaría ella misma de los hijos de Israel, ella pensó y dijo: 'Es mejor para mí morir por pecar con mi suegro que unirme a los gentiles" (Salmo-Filón, Antigüedades Bíblicas 9.5). Ésta interpretación sugiere que Judá reconoce que ella es más justa que él, porque ella ha mantenido la pureza de su linaje, mientras que él, actuando en su propio juicio se ha casado con una cananea y cohabitando (aparéntemente) con una prostituta del templo pagano. Tamar se comporta de forma escandalosa por una causa justa. Bueno, eso sin duda es una manera de dar sentido a esta historia, pero está lejos de ser definitiva.
       Esto nos lleva de nuevo a José y Asenat. La exogamia de José en Egipto parece significar un verdadero punto de inflexión en la posición de los israelitas en el mundo, tal y como se conocía entonces. La bendición de Jacob adopta formalmente a estos dos hijos (Efraín y Manasés) mitad egipcios, como medio de completar la estructura tribal de la nación de Israel, como más tarde sería conocida. Ahora la nación está completa ... y lista para la larga serie de catástrofes y triúnfos que llenarían los textos posteriores de la Biblia hebrea.
       A pesar de todo, hubo gente en la antigüedad que se preguntó acerca de estos matrimonios entre personas de la misma fé. Un texto apócrifo conocido como José y Asenat relata cómo la Asenat renunció a la idolatría de Egipto, convirtiéndose al Dios de José, y llegó a ser una nueva creatura a través de la ingestión de un panal de abejas místicas (José y Asenat, capítulo 16).

       Veremos más adelante éste término (Exogamia) cómo la genealogía es importante en La Eneida de Virgilio, y cómo se podría comparar su función estructurante en ambos textos.

Richard Armstrong.

Traduccion: José Escobar
Normand Richard Armstrong, nació en Vancouver, Columbia Británica, Canadá, en 1945, y es un escritor, erudito y profesor universitario conocido por sus estudios de la retórica de los tele-evangelistas y otros prominentes líderes religiosos.
Armstrong recibió su Licenciatura en Comunicación, en 1972, en la Universidad del Sur de Utah, y una maestría en Comunicación, en 1974, por Brigham Young University, y un doctorado en Comunicación Interpersonal y Pública en 1978,  en Bowling Green State University.